Conservar los alimentos en buen estado no siempre ha sido una tarea sencilla. Hace unos siglos se empleaban elementos naturales como la sal, la nieve y el hielo, o se recurría a ciertas técnicas de almacenamiento, como la construcción de depósitos subterráneos, para mantener la frescura de los comestibles. Pero en el siglo XIX vería la luz una máquina capaz de enfriar artificialmente un área específica. Veamos algunos hechos importantes que condujeron a la invención y posterior desarrollo de los sistemas de enfriamiento, específicamente, de los frigoríficos en Estados Unidos.
En 1805, el inventor estadounidense Oliver Evans desarrolló el primer aparato que empleaba vapor para enfriar. Unas tres décadas después, el médico John Gorrie deseaba crear una atmósfera idónea para tratar a sus pacientes enfermos de fiebre amarilla. Eso lo llevó a idear un mecanismo capaz de fabricar hielo. Pero aún tendrían que pasar muchos años antes de que tecnologías como estas llegaran a los hogares.
Los cálidos inviernos de 1889 y 1890 ocasionaron escasez de hielo, recurso natural indispensable para las industrias que se dedicaban a comercializar pescado, carne, productos lácteos y cerveza. Este contratiempo hizo que la gente viera la importancia de contar con un método artificial de enfriamiento. A partir de ese año, comenzaron a instalarse refrigeradores en los comercios e industrias de todo el país.
En 1911, la compañía General Electric puso esta tecnología a disposición de la gente común. Siete años después, comenzaron a circular los primeros aparatos completamente automáticos. Pero la cantidad de hogares con frigoríficos apenas ascendía a doscientos para 1920. Todavía estábamos un poco lejos de ver los modernos frigoríficos con filtros de agua incorporado, pero prosigamos: En ese tiempo se requería la instalación de un motor externo que ponía en marcha el compresor, pieza indispensable del refrigerador. En 1923, la empresa Frigidaire presentó la primera unidad autónoma, y para la década de los treinta, comenzó a utilizarse un gas llamado freón 12 que sustituyó al dióxido de azufre como refrigerante.
La demanda de frigoríficos aumentaría muchísimo en los años cuarenta. Para ese entonces, algunos equipos ya contaban con una nevera, un compartimento más frío que el resto del gabinete. Cada cierto tiempo, esta cámara se llenaba de hielo y necesitaba ser descongelada.
Los siguientes decenios dieron paso a más mejoras, como mecanismos de descongelamiento automático, dispensadores de agua y hielo, filtros de agua y sensores digitales. Hoy en día, el refrigerador es el electrodoméstico más utilizado en el mundo. Está presente en prácticamente todos los hogares